Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Ver Política de Cookies

Configurar cookies

Adiós a Etelvina…

  • 22/05/2016
Normalmente sólo dedico dos líneas para despedir a los abuelicos que se nos van…pero en el caso de Etelvina voy a extenderme al ser familia y haberme ganado el derecho de poder despedirla como Dios manda. Etelvina, una mujer  llena de carácter, que te hacía reír por la forma de contestar pues no se callaba ni debajo del agua pero llena de ternura cuando te llamaba desesperada para le ayudases, cuando te daba las gracias por lo que hacías por ella y por cuidarla. Generosa de corazón con todos los que estuvimos a su lado. Luchó por vivir pero poco a poco sus males , pasito a pasito, día a día nos la fueron arrebatando y nos iban ganando la batalla desesperada por tenerla con vida. Impotencia, por no poder ayudarla y rabia por verla sufrir hasta el último segundo de su vida. Victorino, su esposo, estuvo a su lado días y días en el hospital, pasando las noches en vela y, como no podía ser de otra manera, murió cogida de su mano. Dichosos los que pudimos abrazarla, besarla y cuidarla en estos últimos momentos de su vida. Aprenderemos a vivir sin ella y sobre todo Victorino. Cuando tienes la oportunidad de convivir con un matrimonio que lleva más de 50 años juntos y se aman, cuando uno de ellos fallece ves reflejado en los ojos del que se queda: estar a la deriva, de repente sin rumbo, se ha quedado cojo, manco…y ahora qué hace?, cómo vivir sin ella?, angustiado y lastimado…siempre esperan morir antes que el otro para no tener que afrontar este momento… Intentaremos ayudarle lo mejor que podamos y reanudaremos la actividad normal de la residencia. La próxima semana pondremos fotos del taller de rosquillas y el 10 de junio viene la Asociación de Balsas de Ebro de Zaragoza para hacer un festival de jotas que nos anime un poco.